roped escribió: ↑Viernes 19 de Septiembre de 2025, 8:51
Aglaca escribió: ↑Jueves 18 de Septiembre de 2025, 21:44
Filotas escribió: ↑Jueves 18 de Septiembre de 2025, 19:37
Si hay que quedarse con un héroe o un hecho patrio, yo me quedaría con El Cid, que es un peliculon se mire por donde se mire, aunque ahora también hay una corriente revisionista que lo pone más o menos como un bandido.
Siempre hay una corriente revisionista para cada ideología, lo que importa es si es veraz o no, y en el caso del Cid, es algo que ignora el contexto histórico de la época para llamarle bandido, o mercenario, que es otra. Ni caso.
Y sí, peliculón, justo me estaban entrando ganas d everla esta manera.
Como que nin caso?
O Cid , " o infiel can galego" segundo as fontes árabes, pese a falsificación da historiografía española retratándoo como heroe nacional e protagonista da inventada Reconquista, ao longo da súa vida púxose ás ordes do mellor postor, tanto cristiáns como musulmáns. Loitou no seu propio beneficio, un soldado profesional que presta os seus servizos a cambio dunha paga, un señor da guerra, ou se prefires un mercenario.
O problema que lle vexo a moitos españois que reclaman pelis sobre a súa historia é que pretenden que sexan como as dos anos 50, unha idealización afastada de toda verosimilitude histórica que reforce o seu nacionalismo.
A vella peli do Cid está ben, é unha superproducción vistosa e divertida pero a nivel historiográfico é un espanto, é unha peli froito dos tempos no que foi feita, en pleno Macartismo aínda que McCarthy xa estaba palmado cando se fixo, as listas negras e a exclusión da industria dos disidentes seguían activas, a censura e autocensura campaba as súas anchas, todo valía para combatera ameza comunista. O cine abandonou temas polémicos e buscou o grandioso dun pasado case sempre inventado, para esquecer o presente, foi a época dourada do cine relixioso e "histórico" , dos péplums míticos, o Cid non deixa de ser un peplum medieval onde se fai exaltación duns valores conservadores, as veces raiando no fascismo.
Pero a toda acción lle surxe unha reacción, o péplum non sempre se utilizou como instrumento de propaganda dos poderes fácticos. Kirk Douglas, que foi Deus, meteuselle nos cornos producir un filme acerca dun personaxe considerado por Karl Marx como o home máis grande da historia: Espartaco. Facer esa peli foi un acto revolucionario, é como se agora alguén tivese a ocurrencia de producir un novo late night en USA que se metera con Trump...
O guionista foi Dalton Trumbo, recoñecido comunista rexistrado na lista negra de Hollywood. Trumbo adaptaría a novela de Howard Fast outro perseguido. De feito, foi escrita no caldeiro, a súa publicación fixo que o mesmo Edward Hoover chegase a presionar ao editor para que non se editase.
Por todo isto Espartaco mola bastante máis que El Cid.
Unha nova peli do Cid estaría ben, foi un guerreiro espléndido cunha vida intensa, pero tamén foi un mercenario, un animal con roupa como todo señor feudal, e iso tamén compre contalo, ou non?.
Pues sí, ni caso, hay que entender los hechos de cada personaje histórico desde el contexto de su momento, no desde la ideología o las guerras del siglo XXI.
La película del CID, históricamente, no pinta gran cosa, si tiene algo de interesante es como reflejo de una obra de arte como El Cantar de mio Cid, y es interesante más como representación visual del tipo de leyendas y cantares de los juglares de la Baja Edad Media, que nos puede acercar un poco al tipo de leyendas que los juglares cantaban por los pueblos de los reinos castellanos de la época que como una representación histórica.
Pero el Cid fue mucho más que un mero mercenario, fue criado y educado en la corte desde una edad temprana, cercano al Rey Sancho desde un principio y luego leal a su hermano Alfonso VI tras la muerte del primero. Cayó en desgracia con el Rey varias veces, si no recuerdo mal una vez fue porque, al ir a recoger tributos a las taifas de Andalucía, se puso de parte de una de las taifas en una batalla y derrotó a otro cristiano que estaba del lado de la otra taifa, y la más grave cuando, tras una batalla, persiguiendo a los enemigos en retirada, me parece que entró en la zona de la taifa de Toledo e hizo un destrozo en la zona. La taifa de Toledo no recuerdo si todavía era vasalla de Alfonso VI o si había sido absorbida como Castilla, pero en cualquier caso el Rey favorecía esa ciudad porque es donde vivió tras ser derrotado por Sancho y hasta la muerte de éste. El Cid fue desterrado a raíz de esto y ofreció sus servicios como caudillo militar a otros señores cristianos, creo recordar que a los señores de Barcelona y Lleida por ejemplo, que le rechazaron, aunque no al Rey de Aragón porque había luchado contra su padre en la batalla en la que éste murió, y después ofreció sus servicios también a los señores de las Taifas, que sí los aceptaron. Esto es lo que algunos han usado para retratarle como un simple mercenario e incluso un traidor a la cristiandad, lo cual es una estupidez. En aquella época era habitual que Reinos y Taifas se aliasen en contra de otras alianzas de Reinos y Taifas, la convivencia y las alianzas entre cristianos y musulmanes era muy común y el Cid participó de ella tras su destierro cuando no estuvo al servicio de Alfonso VI de Castilla. El Cid terminó haciéndose incluso con un señorío prácticamente independiente alrededor de la zona de Valencia.
El Cid fue un soldado fruto de su época, un aristócrata que se crió en la corte, que sirvió bajo los reyes Sancho y Alfonso y, tras su destierro, sirvió bajo otros señores hasta que prácticamente se hizo con su propio señorío, tras derrotar varias veces a varios rivales cristianos, y sobre todo tras resistir una nueva invasión desde el norte de África. No creo que el Cid se viese a sí mismo como un héroe de la cristiandad, pero desde luego fue, efectivamente, un gran guerrero que ayudó a consolidar la Reconquista en ese momento de su historia y a resistir los embates de nuevos ejércitos del norte de África cuando habían arrasado a las huestes de Alfonso VI y prácticamente a todos los que se les resistieron.
La Historia no puede contarse desde el prisma de los propagandistas de un bando nacional ideológico, pero tampoco de los del bando opuesto, sino que debe hacerse desde el rigor histórico y entendiendo el contexto de la época que se está retratando. En ese sentido, tengo que volver a pegarme la película del Cid, porque a día de hoy no tengo el recuerdo fresco como para opinar de forma demasiado estricta. Mi impresión es que tratar de pintarla como propaganda es un ejercicio de equilibrismo ideológico que no se sostiene. ¿Propaganda de qué exactamente? No de España, siendo una obra de Hollywood. No de la cristiandad, ya que no me parece que retratase a los musulmanes de los reinos de Taifas de forma demasiado negativa (acogen al Cid mucho mejor que Alfonso VI, uno de los malos de la película). Más bien me parece una película que es también producto de su propia época, una era de superproducciones que buscaban poner historias y leyendas épicas en la gran pantalla con la historia de Cleopatra y Marco Antonio, Robin Hood, Espartaco o el propio Cid. Pero efectivamente, esa no es la película del Cid, sino del Cantar de mio Cid, que es algo muy distinto y de lo que hay que ser conscientes.