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por Yukio » Martes 02 de Septiembre de 2025, 10:46
Voy a suponer muchas cosas, seguramente demasiadas, pero mi impresión es que se empecina en colocar a Mella o Luismi de carrileros por la derecha por no tocar el dibujo. Lo lógico es que esa posición fuese para Ximo Navarro o para Loureiro. Sin embargo, el primero no está para jugar de inicio, no le gusta, o ambas cosas al a vez. El caso es que en las tres jornadas que van, no lo ha considerado para el once. El segundo no te da el rendimiento en ataque ideal, pero creo que el principal motivo para no colocarlo de carrilero es que lo quiere poner de central.
Si todo lo anterior es cierto, te quedan tres opciones:
1) Alinear a Samu y mandar a Loureiro al carril.
2) Cambiar el sistema, jugar con cuatro atrás y que Loureiro sea lateral, con Arnau y Barcia de centrales.
3) Mantener los tres centrales e inventar un carrilero.
La opción que ha elegido recurrentemente es la 3. Y digo recurrentemente, porque estando disponible Noubi ha hecho lo mismo. A mí esto no me gusta en absoluto. Primero, porque supone priorizar el dibujo, aunque implique desnaturalizar a uno de los dos de los jugadores ofensivos más valiosos de la plantilla. Segundo, porque si no confías en Samu ahora que todavía hay margen de error, significa que efectivamente la defensa está coja, como varios aquí temíamos. Veremos cuántas facturas más nos pasa la inexperiencia de esta defensa, o si se quiere, la ausencia de un central más veterano.
Pero sobre todo, no me gusta porque creo que es priorizar el dibujo sobre el funcionamiento del propio dibujo. Suena contradictorio, pero es así. Igual soy muy simplón, pero desde mi punto de vista, si juegas con tres centrales es para que los jugadores que están en la banda abran el campo y lleguen a la línea de fondo. En este dibujo son esos futbolistas los únicos que pueden encargarse de esa tarea. Pero fíjate que ya arrancas condicionado por cómo configuras la izquierda. Está Escudero, que a estas alturas de su vida puede abrir el campo pero no va a llegar al fondo. Es un jugador aprovechable, sí, pero eso no lo hará. Y el otro que aparece por ahí es Yeremay, que tampoco va a abrir el campo, más bien todo lo contrario. Es decir, sabes de antemano que tu banda izquierda no va a ser profunda. Lo lógico (lo que yo creo lógico) es que digas: necesito poder ensanchar al menos por el otro lado. Aquí es donde volvemos al punto inicial: si Ximo no está, o pones a Samu para desplazar a Loureiro, o cambias el dibujo. Lo que Hidalgo ha resuelto es que no, que mejor mantener el dibujo y generar un embudo, porque te quedas con un total de cero futbolistas que vayan a ensanchar.
Claro, el equipo tiene calidad y aun así genera ocasiones. De hecho, es algo que él repite varias veces en la rueda de prensa. Yo no digo que no puedas generar ocasiones de ese modo, por poder puedes hacerlo jugando con diez o con Bachmann de enganche. Lo que creo, y es posible que me equivoque porque no sé tanto como Hidalgo, es que la decisión salvaguarda el dibujo pero incide negativamente en el rendimiento individual y en el colectivo; es decir, no es la mejor opción AHORA. Ahora bien, necesito tiempo para ver por qué lo hace. ¿Está esperando a que Ximo se ponga a tono y quiere que el resto vaya adquiriendo automatismos? ¿Acabará confiando en Samu/Noubi, pero son jóvenes y necesita trabajar más con ellos? ¿Cree que a Mella le va a venir bien sufrir en esa banda, porque cuando Ximo esté bien lo colocará en la otra y volará? No estoy sugiriendo que vaya a hacer nada de esto, sólo estoy planteando escenarios más o menos viables en los que puede dar la vuelta a la tortilla y dar sentido a medio plazo a decisiones que a corto no lo tienen. Porque sinceramente, me cuesta muchísimo creer que un entrenador formado, con cierta experiencia, que conoce la categoría, haya llegado a la conclusión de que Mella y Luismi son viables como carrileros por la derecha. No digo que sea imposible, hay entrenadores para todo, pero la verdad es esa, que me cuesta la vida creerlo.
Porque, por otro lado, es complicado casar una cabezonería tan demencial en el carril derecho con la flexibilidad extrema a partir del descanso, en el que toca, cambia, modifica, destroza y reconstruye sin ningún tipo de miramientos. Alguien me dirá: «coño, sólo jodería que no hiciese cambios hasta el 75' perdiendo 2-0». Y yo responderé: «sí, sólo jodería, pero es que precisamente eso (la falta de creatividad y rapidez en los cambios) es una de las cosas que más se ha criticado en los entrenadores recientes del Deportivo». O alguien podría decirme: «no es que hiciese ajustes, es que se volvió loco y apretó todos los botones hasta que la máquina arrancó por casualidad». Bueno, puede ser; cuando tenga más muestras de su capacidad de reacción sacaré conclusiones generales. Por ahora, es pronto. Sería como dar por asegurado que, teniendo tantos mediocentros siempre va a optar por adaptar a Mario Soriano a esa demarcación. Ayer vivimos una situación que por un lado es puntual, pero por el otro habrá que afrontar alguna vez más (quizá no exactamente, pero sí circunstancias adversas similares).
Lo mires como lo mires, es tan pronto para decir que es un genio táctico como un inútil o un desquiciado. Yo seguiré observando. En el escenario más optimista posible, tendríamos el entrenador con mayor manejo de variantes en bastantes años; en el más pesimista posible, habríamos pasado de los entrenadores que lo fían todo al talento individual (Idiakez y Gilsanz, dársela a los buenos y a ver qué pasa) a un entrenador que lo fía todo al sistema (se juega así y ya os diré yo en qué puesto encajáis cada uno). En tres jornadas es más sencillo ver qué está preparando que saber con exactitud para qué es cada cosa. Antes de opinar con contundencia en qué punto del espectro de escenarios está, necesito llegar al menos hasta bien avanzado el mes que viene. Por el camino no sólo tiene que desarrollar, tiene que sacar resultados, faltaría más; pero la suma de las decisiones a esas alturas puede dar un resultado muy distinto que el que hasta hora se podría suponer. Entiendo a los críticos y también a los otros, por ahora trataré de ser paciente.