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por artabrias » Sábado 19 de Julio de 2025, 11:10
EL GOAT DE RUSALKO
En abril de 1983, Rusalko era un joven coruñés que vivía ansioso el inminente ascenso de su Deportivo a primera división. Traba, Jose Luis, Cayetano,..todos ellos dirigidos por el sabio Arsenio, iban a darle el sueño de poder ver en directo a Quini, a Santillana y sobre todo a su gran ídolo Bern Schuster.
Ese mes comenzaba también la Vuelta Ciclista a España, que por primera vez iba a retransmitir en directo los finales de etapa. La Vuelta iba a tener como sintonia la canción "no tengo tiempo" del grupo Azul y negro, que Rusalko admiraba desde los tiempos del "me estoy volviendo loco". Además en esa edición de la Vuelta, sería de la partida Bernard Hinault, el mejor ciclista del momento que venía dispuesto a arrasar.
La emisión de los finales de etapa fue un auténtico boom, y el ciclismo llegó a la vida de Rusalko como un tsunami. El gallego Alvaro Pino, y otros ciclistas españoles como Alberto Fernandez o Marino Lejarreta, pero sobre todo el jovencísimo Julian Gorospe, dejaron grogui al bretón Hinault, que llegaba a la última semana fuera de combate. Pero a un campeón de esa estirpe no se le puede dar por muerto, y camino de Ávila, en el puerto de Serranillos, el equipo de Hinault, el Renault, preparó una escabechina: Fignon, un rubio de coleta y gafas con pinta del club del ajedrez, hizo de Narvaez, e Hinault hizó de Pogacar. Los franceses destrozaron la carrera, e Hinault ganó la etapa y sentenció la vuelta. Ese día, en casa de Marcos, se pudo escuchar por primera vez eso de "los gabachos van todos dopados".
Dos semanas después, el Deportivo de Arsenio perdería el ascenso a primera en una infausta tarde de domingo ante el Rayo Vallecano que no se jugaba nada. Rusalko lloró de impotencia ese día, pero de su mente no podía borrar la imagen del "tejón" Hinault convirtiendo en fosfatina a sus rivales en Serranillos, "Es el Goat, Es el mejor de todos los tiempos" repetía sin cesar. En su casa le replicaban, "pero tu que sabrás mocoso, Hinault no le llega a la suela de los zapatos a Merckx, y ya no digamos a Bahamontes".
Pero si el ascenso frustrado del Coruña, dejo abatido a Rusalko, todavía fue peor cuando se dió a conocer que una lesión en la rodilla había dejado KO a Hinault y que no iba a poder ser de la partida del inminente Tour de Francia. A quien esto no quitaba el sueño era al DD del equipo Renault, Cyrille Guimard. Guimard era un tipo con un ego y una testiculina que riete tú de Massimo Benassi. Si el ordenaba atacar a uno de sus ciclistas y este no le hacia caso, avanzaba con el coche hasta derribarlo, y desde luego había dejado claro a Hinault que el verdadero GOAT era él, Cyrille Guimard.
Guimard se había guardado bien las espaldas. Sabía que Renault no era Abanca, e iba a cortar el grifo, y sabía todavía mejor, que Hinault era más pesetero que Mino Raiola. ¿Que hizo entonces Guimard? Pues se había hecho con los servicios , por un lado del sucesor de Hinault, el joven Laurent Fignon, y por el otro lado de la otra gran promesa del ciclismo mundial, el yankee Greg Lemond. En el Tour de 1983, que Rusalko también siguió con pasión y donde el ciclismo español dió un golpe en la mesa con Angel Arroyo y Perico Delgado, se acabaría imponiendo Fignon, pero al terminar la temporada estalló la bomba atómica: El magnate Bernard Tapie llegaba al ciclismo con millones frescos para crear el equipo LA vie Claire.
La Vie Claire fue un conjunto icónico, con un maiott que todavía hoy es superventas y aunque apenas duraron 4 años en el pelotón su recuerdo permanece vívido. Eso si, en 1984 tuvieron que morder el polvo ante Guimard y Fignon que arrasó a todos en el Tour de Francia, pero como si un Paco Zas pasase por su vida, Fignon se vió envuelto en una espiral de infortunios que lo sumieron en una longa noite de pedra hasta 1989.
En 1985, Hinault, liderando La Vie Claire con Greg Lemond como principal escudero arrasó a sus rivales en el Tour. Rusalko volvía a ser feliz. Solo le fallaba el Deportivo que seguía cagándola a la hora de ascender. "Si Lendoiro el del Liceo, fuese el presidente del Deportivo, otro gallo nos cantaría" murmuraba. Pero en ciclismo, ni Pogacar puede cantar victoria antes de tiempo. En la llegada a St. Ettiene hubo una caída, e Hinault vestido de amarillo quedó muy magullado. Su ventaja era holgada, pero su coequipier Greg Lemond se empezó a acercar, hasta que en la última etapa de montaña, en el Aubisque, saltó la polémica.
Lemond y Stephen Roche se fueron por delante. Por detrás Hinault agonizaba. El DD de La Vie Claire, era Paul Kloechi, un suizo quedabién al estilo de Gilsanz. "Greg quedate a rueda y no tires. Hinault viene ahí a 30 segundos". El yankee obedeció, pero le habían mentido, Hinault perdía casi tres minutos. Con ese engaño le habían privado de ganar el Tour de Francia.
Al llegar al hotel, Lemond lloró de impotencia, como Riki el día del Valencia, y decidió abandonar. Sus padres, indignados, le apoyaban. Pero Guimard era un trilero. Se sentó con él y con Hinault. El "tejón" tomó la palabra. "Greg, yo ya soy un viejo. Quédate y ayudame a ganar el quinto Tour. Hazlo por Rusalko, que pueda decir en casa que soy tan grande como Merckx. Si lo haces, te prometo que para el año, te ayudaré al 200% para que ganes tú". El americano aceptó a regañadientes.
Y así llegamos a 1986. Lendoiro seguía ganando con el Liceo; al Deportivo le robaron el ascenso en Oviedo; Alvaro Pino se hacia leyenda ganando la Vuelta y Maradona llegaba al olimpo con unos goles que ni Mella. En las carreteras francesas, Lemond rodaba confiado. Estaba como una moto y no había rivales a su altura. De echo, el segundo tipo más fuerte del pelotón era el propio Bernard Hinault que estaría a su servicio.
Al llegar la crono, una crono maratoniana no como las mariconadas de ahora, Lemond no pudo con Hinault, en principio mejor rodador. Pero ante los periodistas, el bretón ya dejó caer que el venía a por el sexto Tour. Los temores de Greg, se acentuaron en la primera etapa de montaña. Allí en los pirineos, camino de Pau, subiendo el mítico Marie-Blanque, Hinault se marchó como un misil en la compañía de Perico Delgado. LA ventaja no hacia mas que aumentar, con un Lemond que por detrás se veía obligado a guardar las espaldas. En meta, Delgado con unas gafas que firmaría el mismiso Diego el Cigala, entraba ganador, e Hinault dejaba el Tour medio sentenciado a su favor. Lemond entraba desolado "soy un puto pardillo".
En meta, a Delgado le preguntaron sobre sus opciones de llegar de amarillo a Paris, pero el segoviano fue claro. "Andando como hoy, Hinault es imbatible". En Coruña, Rusalko, eufórico gritaba, "ganará 9 tours".
Pero al día siguiente esperaba otro tappone pirenaico: Tourmalet, Aspin, Peyresourde y Superbagneres...exactamente el mismo recorrido que 39 años después, el 19 de julio de 2025, los ciclistas tendrán que superar. Ese día, en el Tourmalet, Hinault, al igual que hoy Tadej Pogacar, destrozó el pelotón para dejar bien claro a navegantes quien es el puto GOAT.
Pero para desgracia de Rusalko, a veces los GOAT fallan. Bajando el Peyresourde, Hinault vió que las patas no caminaban. En Superbagneres la crisis se agudizó. Greg Lemond también había sabido jugar fuera del asfalto y había impuesto al equipo la presencia de su gran amigo Andy Hampsten, "el conejo" un excepcional escalador. Hampsten puso un ritmo demoledor y capturaron a Hinault que rápido de hundió. Justo ahí, LeMond se fue en solitario y aunque no se pudo poner de amarillo por unos escasos segundos, comenzó a ganar su primer Tour. Días después en el Granon, otra cima nefasta para Hinault, Pogacar y Rusalko, la ronda quedó sentenciada a favor del Yankee, que presa del pánico dormia con la bicicleta al lado y solo comía lo que sus padres le traian de los Carrefour Express.
Al terminar el Tour, Hinault anunció su retirada.Parecía que Lemond se llevaría con la gorra muchos Tours, pero su cuñado (que seguramente fuese de Vox) le disparó sin querer en una batida de caza, dejándole al borde de la muerte. Lemond lograría resucitar, al igual que el Deportivo de la mano de Lendoiro...pero ninguna de esas resurreciones podrán jamás compararse a la de Jonas "nuestro siempre conserveiro" Vingegaard camino del col de Loze. El verdadero GOAT.
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