OSCAR VAZQUEZ
X. FERNÁNDEZ
22/05/2021 05:00 H
Cantidad de lugares comunes y poco espacio para el azar. Los capítulos más recientes en la biografía deportiva de Borja Jiménez están marcados por la emoción propia de las mudanzas y las primeras veces; en una categoría o un país. Hay subidones en forma de ascenso y finales abruptos, pero el hilo argumental apenas varía aunque cambie el narrador. La historia reciente de quien ha cobrado ventaja para ocupar el banquillo del Dépor se articula en torno a memorias coincidentes de aquellos que recorrieron el último tramo del camino con él. RÁPIDO DE BOUZAS«Tiene un control bestial de todo»Es un trayecto circular, que arranca también en Galicia, a donde el técnico abulense llegó desde Izarra para dirigir un proyecto singular. El del Rápido de Bouzas que estrenaba Segunda B «con una plantilla muy joven que hicieron entre él y Álex Martínez». Un grupo «compensado y competitivo» que cuajó «un temporadón» al que pone palabras Pedro García recién concluido su entrenamiento de viernes con el Arosa. Habla de lo sucedido hace cuatro temporadas, en una campaña que «a muchos les sirvió de escaparate, porque hicimos bastante ruido». El de la quinta plaza de un novato, que mantuvo opción de fase de ascenso hasta el final. Dirigido por un entrenador que «tiene un control bestial en todo. No lo conocía y trabajar con él fue un sorpresón. Vive el fútbol 24 horas. Más que un obseso del tema es alguien muy inteligente, que sabe qué buscar». «La cenicienta al final jugaba mucho —presume el futbolista vigués—. Buscaron jugadores que eran poco conocidos, pero que ellos sabían que podían tener talento dentro. En casa sacamos partido a nuestro tipo de campo y fuera íbamos con poca presión. Nos adaptábamos mucho al rival».
Esa capacidad de análisis y respuesta es quizá el rasgo más mencionado por quienes estuvieron a sus órdenes: «Era muy exhaustivo, muy detallista, pero sin resultar un tostón». Los elogios ganan valor si se atiende a que vienen de alguien que no alcanzó el estatus de indiscutible. «En varios partidos participé en muy pocos minutos, pero te hacía sentir importante si salías de titular o si te tocaba salir a perder minuto y medio en un cambio al final», detalla Pedro García, antes de mencionar una suerte en la que aquel Rápido logró destacar: «El balón parado nos dio mucho rédito. Defendíamos como leones. Y en el ofensivo teníamos a Sielva que la ponía con música y a Trigueros que lo remataba todo». Y es Óscar Sielva, el del guante en el pie, quien desde Ponferrada completa la narración: «Es que el día antes de cada partido nos machacaba bastante la estrategia, sabía que daba puntos». Botín que sirvió para que muchos como él dieran «el salto a equipos con otros objetivos mayores». Progresión que agradece a Borja Jiménez: «Como persona es de diez, con un gran corazón. Y como entrenador, de diez también. Es muy trabajador y le encanta el fútbol. Te lo da todo muy masticado. En el campo le gusta el rigor táctico. Su idea es tener el balón, pero no descarta el fútbol directo si las condiciones lo requieren». MIRANDÉS«Cualquier duda está resuelta antes de salir al campo»
En la Ponferradina milita también Paris Adot, que comparte con Sielva equipo y condición de antiguo pupilo del técnico abulense. En su caso, en el Mirandés: «Llegó a un club con una situación parecida a la que puede encontrar en el Dépor. Veníamos de ganar la liga y de caer eliminados en playoff, y no renovaron al entrenador. Eso ya habla de la exigencia a la que se sometió a Borja como sustituto». El reemplazo caló en el plantel. «Es de los pocos entrenadores con los que mantengo relación —resume el defensa navarro—, es simpático y enseguida te das cuenta de que es un apasionado de este deporte». «Trabaja sobre la base de lo que te vas a encontrar. Te lo da todo mascado», prosigue calcando la valoración de su compañero. «Antes de los entrenamientos nos juntaba y detallaba todos los ejercicios, cualquier duda estaba resuelta antes de salir al campo, como en los partidos, para no perder ritmo», explica, apuntando que «en nuestro caso nos insistió mucho en salida de balón. Cuidaba la pelota». Adot añade que el Mirandés ayudó a curtir al técnico: «Aunque ascendimos, durante la temporada tuvimos fases irregulares y no llegamos al playoff en la mejor situación. Justo antes, perdimos con un equipo ya descendido. Pero él supo darle la vuelta y eso son vivencias que te curten».
ASTERAS TRÍPOLI«Le va el fútbol de ataque, de pasar tiempo en campo rival»También curte viajar, y Borja Jiménez se fue a Grecia para catar el fútbol de primera división. Allí coincidió con Luis Fernández. «Era la primera vez que él salía del país, y yo también. Congeniamos y nos apoyamos mucho», destaca el ariete gallego. «Allí tuvo mala suerte, pero es un pedazo de entrenador», sostiene el atacante de pasado blanquiazul. «Le va un fútbol rápido, de ataque, de pasar mucho tiempo en campo rival. Le gusta dominar y aquí hicimos varios partidos en los que jugamos de maravilla, aunque no se dieran los resultados», comparte. Considera que la juventud no debería pasarle factura porque «el de Trípoli era un vestuario complicado y sé que en Cartagena tampoco fue fácil, y eso te hace aprender». «No le falta carácter. Si tiene que sentar a alguien en el minuto 20, lo sienta. Interviene mucho en los partidos. Cuando se da cuenta de que las cosas no van como esperaba busca actuar rápido», resume para concluir que «nunca se puede garantizar el éxito, pero si al final el Dépor lo elige creo que le irá muy bien».
CARTAGENA«Es un técnico de los que no dejan nada al azar»La experiencia más reciente del abulense en el banquillo fue la de un ascenso a Segunda con el Cartagena, de donde salió tras un mal inicio del curso actual. Allí coincidió con David Fernández Lastra, entrenador de porteros del conjunto murciano que ejerció el mismo cargo en la cantera del Dépor. «Borja es especialista en detectar debilidades en el rival, realiza un análisis muy profundo, incluso a nivel individual y sobre esa idea va dando pinceladas durante toda la semana. Es meticuloso hasta el extremo, del saque de puerta propio al saque de puerta rival. Es un técnico de los que no dejan nada al azar», detalla. «Hacer una valoración de su paso por aquí es más complicado porque coincidió con la pandemia, pero el mes y medio que tuvimos antes de jugarnos el ascenso a partido único se gestionó de manera brutal —sostiene David—. En el campo intenta que el equipo sea protagonista con balón, pero no se va a suicidar por esa idea. Entre sus virtudes está la de adaptarse». Sobre su parcela concreta, la del meta, aclara que el técnico «si puede tener un Ter Stegen lo va a tener, pero lo principal para él es que el portero pare». «Experiencia en la categoría no le falta —concluye—, y en Segunda B eso tiene valor».
El club pretende decidir ya y empezar a armar la plantilla
A lo largo del día de ayer aún hubo técnicos con pasado blanquiazul que hicieron llegar sus propuestas al Deportivo, ya que la entidad optó por no tomar ninguna decisión antes de escuchar los proyectos de aquellos con experiencia en los banquillos y en el club que pudieran optar a suceder a Rubén de la Barrera. Sin embargo, no hay indicios de que esta precaución haya alterado el parecer de la directiva, que en breve dará a conocer quién ocupará un cargo que esta campaña ganará en relevancia. El próximo entrenador tendrá mucho peso en la confección de la plantilla y ese es uno de los factores que obliga a no demorar más la elección. En cuanto el consejo presente a su candidato y este reciba la aprobación del máximo accionista, se acudirá al mercado de fichajes sobre una base de opciones en la que ya trabajan los responsables del área deportiva y que será consensuada con el nuevo míster. No es el único motivo para no dilatar más el proceso. También está la situación de aquellos con los que ha contactado el club y que se saben entre la terna definitiva de candidatos. Si bien uno de ellos, Juan Carlos Carcedo, aún está compitiendo con el Ibiza y se jugará este fin de semana el ascenso a Segunda, los otros dos se encuentran sin equipo y a la espera de la decisión del Deportivo. Borja Jiménez es quien cuenta con mayores apoyos, ya que está teniendo mucho peso su trayectoria en la categoría, con experiencia en distintos grupos y dos ascensos en el currículo. Además, su propuesta de juego encaja en lo que se busca desde el club. También lo hace la que defiende Yago Iglesias, a quien, junto a su forma de entender el fútbol y su afinidad con un club en el que ya se mostró dispuesto a entrenar al filial, favorecería el enorme compromiso probado a la entidad blanquiazul. Pese a que las distintas reuniones tras descartar a De la Barrera han afectado a los candidatos en un momento crucial, ya que numerosos clubes están inmersos ahora en la renovación de sus banquillos, el entrenador de Ribeira no ha querido escuchar propuestas hasta conocer la decisión del Deportivo. Si, como parece, no resulta elegido, deberá encontrar un nuevo proyecto en el que trabajar tras haber hecho oficial su salida del Compostela.