Mensaje
por Aglaca » Sábado 12 de Abril de 2025, 16:40
Nosotros también somos unos fenómenos, un canterano es prometedor, le formamos como la mierda, le damos minutos de pena un año, al año siguiente le obligamos a salir cedido en los últimos minutos del mercado a un club donde tampoco le tienen demasiado en cuenta, luego le traemos de vuelta y le ponemos detrás de unos maulas en la rotación, pese a que cuando saltan al campo lo hacen mejor que los que tienen delante, y luego les echamos. Tras tres años de cesiones perjudiciales, minutos residuales, confianza minada y nula formación, salen y sorprendentemente no funcionan. Así convenientemente les echamos la culpa a ellos por ser unos maulas.
Hoy en día salen canteranos y los quieren en otras canteras, salen cedidos y lo hacen bien o triunfan en el propio club. Curiosamente, algunos salen a un Madrid o a un Barcelona, pero no funcionan de inicio como Noel, y quedan relegados a la mierda, y de ahí nunca vuelven a asomar la cabeza, supongo que porque éstos ficharon a los malos de nuestros mejores canteranos. Pero yendo a mi punto original, hoy en día salen canteranos, y decimos que hemos mejorado mucho en formación, pero eso no es cierto porque los buenos acaban llegando siempre, así que no es porque el Deportivo forme mejor a los jugadores gallegos contribuyendo a que salgan más gallegos al fútbol profesional, sino porque los niños gallegos ahora tienen el talento que antes no tenían porque surgieron así. Los buenos siempre acaban llegando, así que si antes no llegaban y ahora sí, es porque antes eran malos y ahora son buenos por casualidad.
Paciencia se ha tenido con Yeremay, y Yeremay con nosotros. Yeremay echó un año y pico sin estar preparado y se le mantuvo, se trabajó con él y se le mimó en los entrenamientos, en una formación completa, mental, física y futbolística. Eso es tener paciencia con Yeremay y formarle. Y en la segunda mitad de su segunda temporada, Yeremay estaba temporada y Cano hizo el canelo con él. Yeremay aguantó y se dejó convencer de renovar porque se le dijo que iba a ser importante la temporada siguiente, tras jugar todo en el playoff con Rubén de la Barrera. Eso es Yeremay teniendo paciencia y confianza en nosotros. Eso no lo tuvimos ni con Juan Carlos, ni con Iago Iglesias, ni con Piscu, ni con hostias. Se tuvo con Xisco, con Juan Domínguez o con Álex Bergantiños. Con Ínsua no hizo falta tener paciencia, fue el mejor central de Segunda el mismo año de su debut, se salió, y luego en Primera estuvo un poco más flojo al inicio y ya se le puso detrás de Lopo y de su puta madre.