Los grupos ultras no están formados por alienígenas, son personas igual que las que hay en otros sectores del campo y tontos hay en todos lados. No seré yo quien niegue que en aquellas zonas proliferan en mayor proporción y además en muchos casos son tontos motivados.Andretua escribió: ↑Miércoles 27 de Noviembre de 2024, 12:44Yo habré viajado unas 20 veces y los únicos problemas que he tenido (sin ser yo ultra ni buscar ningún problema) es con ultras de otros equipos que se llevaban mal con los nuestros. O más estúpido aún, que se llevaban bien con enemigos de los nuestros. Con gente normal nunca, incluso estando en Balaidos o en Gijón en gradas locales.Adler84 escribió: ↑Miércoles 27 de Noviembre de 2024, 11:37Sí, cuando a uno le increpan o le tiran vasos y cosas en medio de preferencia en Balaídos o te insultan fuera del estadio en Santander o Málaga, es por los ultras.Andretua escribió: ↑Martes 26 de Noviembre de 2024, 12:08De foto de perfil tengo a Yeremay, no os creais una vez más los protagonistas de cualquier cosa que pasa en el mundo. Y si, nunca jamás en la historia ningún aficionado normal tuvo ningún problema con ningún ultra por el simple hecho de que los ultras de un equipo se lleven mal con los del tuyo.
Si sigue habiendo estos dispositivos especiales, si se prohiben las camisetas de equipos visitantes y existe el mínimo problema que haya de violencia y disturbios, es única y exclusivamente porque existen 50 anormales en cada equipo.
Si tú eres feliz creyéndote eso, es lo importante.
Obviamente para cualquiera que haya viajado un poco, es una mentira como una catedral de grande.
Pero entonces esto fue por culpa del Frente Atlético?:
Estos responsabilidad de UltrasSur?:
Podríamos seguir con docenas, cientos, quizá miles de ejemplos de recepciones hostiles a equipos y aficiones rivales antes de un partido, donde incluso se producen lanzamientos de objetos y desde luego con un nivel de violencia verbal extremo. Y pretender que la culpa de eso es “de los ultras” es engañarse a uno mismo o querer engañar a los demás.
A amigos míos les han tirado de todo en la preferencia de Balaídos por celebrar el 2-3 de Borja el año de Oltra; supongo que no serían Celtarras infiltrados, igual que ni mucho menos eran todos Riazor Blues los que reventaron buses de los aficionados vigueses cuando visitaron Coruña ese mismo año.
Yo vi en la Tribuna del Sardinero (acabé allí porque un colega no sabe utilizar internet…) a una mujer, con sus 40ypico años, un niño de la mano y una pinta de cayetana que no podía con ella, gritar como si estuviera poseída “siervos! siervos!” entre otras lindezas hacia la zona visitante deportivista la única vez que visité ese estadio, el año del vendaje en la cabeza de Xisco. Parecía endemoniada.
Ya digo que no voy a negar porque no tiene sentido ni tengo interés, que los mayores problemas, los que llegan incluso al punto de desórdenes públicos, provienen casi (o sin el casi) exclusivamente de los sectores más radicales. Pero querer hacer ver que sin los ultras el fútbol sería una especie de edén donde siempre imperaría el ambiente familiar es sencillamente mentira.
Porque el no formar parte de un grupo ultra, no lo convierte a uno en un pacífico ser de luz.