Para mí lo ideal es que las ligas sean, antes de ninguna otra cosa, fuertes en sus propios territorios. Generar un ecosistema local robusto. Con estadios llenos, políticas que faciliten desplazamientos de aficionados y demás medidas que incidan en el arraigo y la conexión de los clubs con su entorno, y por tanto con la economía propiamente local. Eso no está trabajado en España y es el primer sitio al que deberían mirar los que mandan, mucho antes de ponerse a pensar en ir a Estados Unidos o Australia. Claro que sé que estamos lejos de esto y que simplemente plantearlo supone caer en el exceso de romanticismo.astigmata escribió: ↑Miércoles 22 de Octubre de 2025, 21:00Estuve viendo un tipo que hace análisis sobre las finanzas del fútbol y hay cosas interesantes. Los grandes RM y Barça, realmente no dependen tanto de los ingresos por televisión, es un porcentaje bajo en su presupuesto, rondando el 20%, siendo la parte mollar los acuerdos comerciales, y esto no depende ni de la liga, ni del reparto televisivo, sino que son gestiones internas de los clubes con las marcas. Por contra, los equipos más débiles, como el Rayo, Girona, Mallorca, etc... dependen brutalmente de lo que llegue de la tele, sobre el 70 % de su presupuesto es lo que caiga por ese concepto.
Según lo veo, a quien más interesa vender mejor la liga al exterior e incrementar el pastel a repartir es precisamente a los equipos más flojos, porque de ahí rascan la base de su hacienda. Por eso, no sé si que no se juegue fuera es tan bueno. Al final hacer la liga atractiva para que se pueda vender a mercados extranjeros favorece la competitividad al mejorar la capacidad financiera de los pequeños.
Por si queréis echar un ojo al vídeo a que me refiero, os lo dejo, es curioso de ver:
https://www.youtube.com/watch?v=aO0U403VWC4
Entre los infinitos problemas de tener en puestos de mando a personajes de moralidad dudosa, acostumbrados a vivir al filo de la legalidad (siendo esto un eufemismo), es que es común que a este tipo de individuos les entren las prisas. Si Tebas quería ir a Estados Unidos, quizá podía haber planteado un proyecto que incluyese una jornada completa de cada vuelta a disputarse en el extranjero, con los veinte equipos allí. De esta forma tal vez no habría acusaciones (fundadas) de que se estaba adulterando la competición. Pero donde más le han traicionado las prisas a Tebas es a la hora de calcular cuánta gente querría sacar tajada del asunto. Su contubernio con Louzán es evidente, pero se ve que pensaron que podían trincar ellos y excluir a AFE (otro chiringuito dirigido por sospechosos), Gobierno, etc. La primera regla del mafioso trincón debería ser reconocer rápidamente a otros trincones.
Para quien no quiera romperse demasiado la cabeza con estos asuntos hay una regla sencilla: Louzán y Tebas, Tebas y Louzán, tienen suficiente mierda bajo la alfombra para rechazar cualquier cosa que ellos defiendan y tener la certeza de acertar.