Mensaje
por astigmata » Martes 20 de Agosto de 2024, 11:31
En la comunicación hay varios elementos, todos lo vimos en la EGB, o la ESO, o lo que cada uno de aquí diese. Hay un emisor, o ausencia de él, pero también hay receptores de ese mensaje que somos nosotros.
Somos receptores, tenemos parte del poder en el juego. Solo hay que aplicar la lógica de internet a la política, cuando en un chat, un foro, hay alguien que no hace más que meter cizaña y dar por culo todos entendemos que hay que ignorarle para que se canse de ello y deje al resto convivir, porque si entras en batallas a favor o en contra de elementos destructivos extiendes la mierda.
Los políticos, actualmente, son trolls y usan a los ciudadanos como peones de infantería para medir quien de ellos es capaz de crear más basura. Yo creo que está bien comentar lo que dicen, pero con cierta distancia irónica, no va en serio. Óscar Puente es un payaso, muchas de las declaraciones de VOX son bravuconadas propias de imbéciles, desde PODEMOS y similares se hacen pomposas críticas que si rascas un poco son la nada, solo buscando azuzar, cuando no se sacan de la manga estupideces tratando de captar protagonismo, el PP, con Ayuso como gran estrella también es muy sentenciosa, con un deje chulesco para mayor alborozo de sus fans que parecen adolescentes gritones ante Taylor Swift, por no hablar de Pedro que es un troll master, sabiendo como meter el dedo en el ojo buscando reconducir los relatos para su beneficio, que puede o no, coincidir con el país, pero eso ¿Qué importa? por no hablar de los profesionales de surfear aprovechando la brisa emocional nacionalista, desde los citados VOX y PP hasta los periféricos, basta sacar una bandera con un mensaje propio de un escolar ardido para generar crispación.
A ver, seamos un poco precavidos, nos la están colando todos. En este foro hemos debatido mucho y bien sobre política, sobre en que sistema estamos, sobre alternativas a esto u lo otro, y con argumentos muy buenos, que te hacen pensar, te obligan a leer y releer lo escrito por el otro para ver si tiene razón o si le puedes mostrar la debilidad que hay en ellos, pues sigamos por esa senda y no la que nos ofrecen los gestores de los impuestos para tenernos entretenidos sin pensar.