Mensaje
por Filotas » Jueves 02 de Mayo de 2024, 20:20
Yo del tema del petróleo no entiendo mucho, pero tengo entendido que hay yacimientos que hoy en día son explotables que hace 20 años no lo eran. Por ejemplo, los petroleos arenosos. No es que nos quedemos sin petróleo, el petróleo no se va a acabar nunca, según tengo entendido, si no que dejará de ser rentable extraerlo. El ejemplo más clásico es la fragmentación rocosa. EEUU ha pasado de ser importador de petróleo a exportador. Hasta donde yo se, los yacimientos laminados ni contaban como yacimientos. Ahí están los yacimientos de profundidad abisal, que se sabe que existen bajo las plataformas oceanicas (a día de hoy solo se explotan los de plataformas continentales, pero que no son explotables). Solo en yacimientos abisales hay más petróleo conocido que todo el extraído hasta hoy desde que se empezó a explotar. Que nos dice que el día de mañana no haya plataformas submarinas a 2000 kms al oeste de Galicia y 3000 metros de profundidad. Yo tengo mis dudas sobre lo del pico del petróleo, pero es que además, aunque se haya dado, tampoco me preocupa.
Y eso es por como van evolucionando las tecnologías. Un profesor que tenía en el tercer ciclo nos dijo “sabéis cuánto va a costar el último barril de petróleo?” Yo pensaba “pues infinito”, pero me sorprendió diciendo “0” porque según se vaya agotando, se irán buscando alternativas y el último barril no lo querrá ya nadie.
Siempre pongo el mismo ejemplo: un coche económico de los años 60 consumía unos 18 litros a los 100. El seiscientos había que pararlo cada 300 kms. Vino la crisis del petróleo de los años 70 y 10 años más tarde, los vehículos consumían menos de la mitad. Hoy en día, un coche moderno te hace 4 veces menos. He comentado antes los Mazda… la eficiencia tiene un límite que es el balance energético de combustión que no se puede alcanzar por la segunda ley de la termodinámica, pero te puedes aproximar muchísimo.
Otro ejemplo, que antes no he comentado por no hacer demasiado largo el post están las nuevas centrales de carbón pulverizado. Son una pasada de eficientes y sacan un rendimiento bestial al carbón, que antes era una combustión muy ineficiente. Si podemos quemar carbón de forma muy eficiente, se puede facilitar energía barata a países que están en desarrollo y un balance de C02 mucho más respetuoso.
En mi opinión, al igual que la ciencia, no hay que descartar esas líneas de investigación.
Lo que quiero decir es que no se trata de ser tecnoptimista por una cuestión de fe, es que la capacidad del pensamiento humano es increíble. Todo lo que os comento son tecnologías que son reales.
A mí lo que me sorprende es el negacionismo científico, que me recuerda mucho al movimiento ludita del siglo XVIII-XIX los tíos que rompían máquinas porque iban a empeorar la vida y mira la esperanza de vida hoy en día. Es que oigo hablar, a veces a alumnos míos de auténticas barbaridades como la prohibición de los combustibles fósiles. No se trata de hacer emisiones 0 de CO2, si no de que el CO2 emitido sea el menor posible y que la energía generada se consuma de forma eficiente.
En la izquierda hay mucho mensaje de ese tecnofobo, de volver al campo. Incluso ha habido papers (y serios, que este que os comento salió en Nature) en ese sentido que proponen aprovechar la experiencia de la COVID y limitar el movimiento de las personas a un radio de 15 kms para no contaminar. Esos mismos mensajes dicen que no hay que investigar las anomalías del modelo climático, que no hay investigar en tecnologías de combustibles por estar obsoletas, que hay que cerrar nucleares y que también hay que dejar de invertir en nuclear de fisión, cuando están las nucleares de sales que son ya una realidad y que yo creo que van a revolucionar el mercado.
A mi eso me parece una barbaridad y no es menos peligroso que los mensajes negacionistas del cambio climático. Mi hipótesis es que como la izquierda no es capaz de sacar adelante desde una planificación estatal esos avances o de llevarlos a cabo mucho más lentamente de lo que la sociedad demanda (otra vez oferta y demanda), pues la mejor forma de refrendar sus posiciones es atacar frontalmente las virtudes de las economías liberales.
Al final, lo que me hizo salirme de la izquierda fue que es demasiado irredenta con sus posiciones y asume la verdad única. No compensa la hermandad entre los ciudadanos que dice que hay al final del camino, cuando el camino no es transitable.