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por astigmata » Lunes 03 de Mayo de 2021, 22:59
Una cosa es el programa otra la ejecución del mismo, una cosa son las aspiraciones e intenciones, otra los hechos, una cosa son las leyes, otra los reglamentos como diría Romanones.
Falange nace, como otros movimientos socio-políticos de su época, como una organización que busca ser masiva (no llegó a serlo nunca) y su referente es lo que se estaba haciendo en Italia que simplificando es un sincretismo del nacionalismo con el socialismo, dos ideologías muy difíciles de mezclar porque en esencia son contrapuestas, ya que el nacionalismo vive de mantener el relato del "Nosotros frente a ellos", mientras que el socialismo tiene como plan hacer de todos un "nosotros" al limar las diferencias y la consecuencia natural es la vocación universalista.
En realidad, tanto el fascismo Italiano, como Falange, como otras manifestaciones de esta índole del periodo son fundamentalmente nacionalistas-etnicistas, los elementos socialistas son mero instrumento de captación de voluntades porque a la hora de la verdad son conceptos subordinados a la idea nacional, entendida la nación como un estado absoluto indiscutible, irremovible y expansivo, hacia fuera y hacia dentro, hacia el exterior buscando la supervivencia y beneficio del ente singular de la nación frente a "otros estados" competidores en la carrera darwinista por los recursos, y hacia el interior porque precisa un cuerpo puro, la disidencia ni se discute, ni se digiere, se purga.
El planteamiento fascista marca un horizonte claro, la vigorización de la nación aplicando todo lo que sea necesario para ello, para esa receta precisa la implicación de cada elemento considerado integral de esta entidad nacional. Por eso en un estado embrionario, donde no tiene suficiente poder, emplea cualquier herramienta para sumar desde la emocionabilidad, ya que la nación es un elemento místico, irracional su discurso por tanto sigue los códigos de la religión, promete el paraiso en la tierra, a los trabajadores les seduce al otorgarles un papel humano, ser parte de algo más que mera herramienta respirante sino labrillos del gran edificio nacional al que pertenecen y en consecuencia paternalmente va a considerar su bienestar, y a los propietarios les vende la paz social, al ser la nacion singular no puede haber tensiones internas.
No es socialista ya que puede asimilar perfectamente la existencia de clases sociales jerarquizadas siempre que estas estén comprometidas desde cada estrato en el bien mayor que es la fortaleza del estado, no puede haber protesta obrera porque eso rompe la armonía, simplemente se exige el aceptar la posición y obedecer piramidalmente para no permitir grietas, pero tampoco es Liberal el fascismo porque estos empresarios han de estar igualmente comprometidos y no pueden tener actividades no coherentes con los planes del estado-nación corporativo, sino colaborar activamente cuando este lo precisa.
En realidad, más que en el plano de las ideologias políticas, como apunté antes, el fascismo entra en unas formas y códigos religiosos, donde el Dios al que sacrificar no es ya un ser, sino una bandera, pero manteniendo toda la mística irracional propia de las creencias donde la esencia es la fe indiscutible y la ritualización de la liturgia que haga evidente esa profesión de fe. En un sentido práctico el resultado es un estado burocratizado totalitario agresivo cuya principal preocupación es automantenerse, para lo cual la presión sobre la sociedad es brutal, asegurando la obediencia sin protesta.