Pero cómo va a ayudar jugártela a 18 partidos y tener que comerte después POs. Cuanto mas corta sea la competición más importancia cobra la aleatoriedad de una mala racha, un covid, un mal arbitraje o un mal arranque y a la inversa. Mas peso tiene un mal partido y más fácil es ponerse nervioso. Al margen queda los rivales que te toquen y ahí parece evidente que por duro que sea el langreo en su campo los asturianos eran muy asequibles.
El formato era malo para nuestros intereses y la división de los grupos también. Cosa distinta, es que además lo hayamos hecho mal. Con el formato típico, ni hubiese habido tanto runrun al principio ni nos hubiese penalizado tanto el cambio de mister.