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por Blan_Ver » Lunes 02 de Noviembre de 2020, 13:48
AL PUNTO PERO SIN SALSA
borja refojos AD. vigo
El Coruxo empató a cero frente al Compostela, suma por primera vez pero sigue sin ver puerta
Dicen que lo más rico del mundo lo está todavía más con una buena salsa. Justo lo que le falta al Coruxo en este inicio de temporada. Ayer pudo saborear su primer punto con un empate sin goles frente al Compostela, que fue eso: sin goles. Ambos equipos no han visto portería todavía y en su enfrentamiento no generaron demasiadas ocasiones para hacerlo. Al contrario que en las dietas, no poder mojar pan es un problema en el fútbol.
Y eso que el partido empezó disputado. Ya solía decir Eduardo Berizzo que como al fútbol se juega con una pelota, él quiere tenerla todo el tiempo para atacar. Y cuando la pierde, recuperarla lo antes posible para seguir atacando. Una máxima que podría parecer común para el que juega a esto, pero en la que no todos los actores están interesados. Ayer en O Vao sí fue el caso. Porque tanto Coruxo como Compostela buscaban el balón con insistencia para ser la mejor versión de sí mismos. O acercarse, al menos. Porque en las fases que cada equipo dominó la posesión, fue capaz de ser mejor que su rival. Aunque sin concretarlo en ocasiones. En plan insinuación.
Tras los compases de tanteo, fue el equipo santiagués el que acaparó la pelota. A los verdes les tocó pasarlo mal sin ella. Sobre todo cuando Pablo Antas batía la primera línea de presión y encontraba la verticalidad de Brais Abelenda, Juampa y Miki Villar. El de Nigrán enfiló un par de veces la portería de Alberto, pero le faltó clarividencia. Potencia sin control. El exjugador del Coruxo, por su parte, cruzó demasiado un zurdazo tras un brillante control en carrera.
El Coruxo también tuvo algún acercamiento. El más notable, amparado en la velocidad de un aficionado al darle el balón a Pedro Vázquez para sacar de banda con Pato Guillén fuera de su portería. Mateo remató al vuelo desde 35 metros, pero la pelota no cogió portería.
En la segunda mitad, la dinámica dominadora del Compos se mantenía. Hasta que Míchel Alonso movió ficha. Álex Ares relevó a Vila y Mateo pasó al sector central para empezar a producir fútbol. De su primer balón, Yebra inició con Manu, que tocó para Pedro Vázquez en línea de fondo. Su centro atrás lo remató mordido el propio Ares.
El dominio cambió de bando. Y el sufrimiento sin balón, también. El Coruxo insistió con superioridades en banda y centros sin finalizador. Solo Chevi pudo probarlo, con un remate en escorzo, que se marchó fuera tras un servicio de De Vicente.
El equipo verde percutía con mayor insistencia cada vez. Sin embargo, la ocasión más clara del partido la tuvo el Compostela en la bota derecha de un excoruxista. Hugo Sanmartín, que acababa de entrar, se sacó un latigazo desde 30 metros que salió del campo tras impactar contra el larguero. Fue el mejor intento de salsear un filete que, finalmente, se quedó al punto y soso. Demasiado soso.
Ayer rivales, siempre amigos
Dentro de un encuentro hay muchos mini partidos. Dentro del fútbol hay mucha vida. Caminos que se cruzan y se separan. Marchan unidos, avanzan paralelos. Enganchados o distanciados.Porque en la carrera de un futbolista hay muchos partidos, victorias, derrotas, goles. Un poco de todo. Pero lo que queda son las personas. Los amigos.
Antón de Vicente y Juampa Barros anudaron el lazo de la suya en la etapa en O Vao del jugador del Compostela. Ayer, se enfrentaron por primera vez desde entonces. Cara a cara. Porque el vigués actuó en el flanco derecho de la zaga local y el compostelano en el izquierdo del ataque visitante. Y ambos honraron su amistad dejando el 100% sobre el verde. "Fue una situación extraña", reconocía Juampa al acabar el partido. "Hemos comido juntos, hemos dormido juntos, hemos compartido muchísimos momentos. Así que enfrentarnos de tú a tú, pelearnos, darnos patadas y manotazos fue un poco surrealista", reconocía entre risas.
"Se hace raro y especial al mismo tiempo", destacaba De Vicente poco después. "Y más con Juampa, que es un persona que marca la diferencia", expresaba el capitán del Coruxo. "Pero a la hora de disputar los balones, ya viste", bromeaba.
Así fue. Hubo disputas, duelos ganados y perdidos y también alguna carantoña. "Nos dimos cariño", apuntaba con ironía De Vicente.
Pero el afecto real, el de verdad, llegó con el pitido final. Un abrazo, unas risas y a seguir. En el fútbol y en la vida. Porque aunque el camino se ponga difícil, es como la canción de los Beatles, todo se consigue con un poco de ayuda de mis amigos.
Coruxo:
Alberto Domínguez; De Vicente, Andriu, Crespo, Manu; Yebra, Jonathan Vila (Álex Ares, min. 59), Chevi (Rivera, min. 84); Mateo, Pedro Vázquez (Aitor Aspas. min. 74) y Jairo.
Compostela:
Pato Guillén; Saro, Álvaro Casas, Soto, Jimmy; Pablo Antas, Baleato; Miki (Hugo Sanmartín, min. 76), Brais Abelenda (Gabri Palmás, min. 76), Juampa Barros (Josiño Filgueira, min. 64); y Primo.
Árbitro:
Mallo Fernández (Comité castellano-leonés). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Pedro Vázquez, Manu, Crespo, Andriu y Mateo. Sin amonestaciones en el bando visitante.
Incidencias:
En O Vao, ante 300 espectadores por las restricciones sanitarias.