La verdad es que es una buena teoría.astigmata escribió: ↑Martes 23 de Febrero de 2021, 2:36Lo de la presión por ser lo que se supone somos no me vale de explicación, más bien no somos lo que deberíamos.
Como club desde que descendimos de primera hemos ido con ventaja con respecto a otros clubes, mejores instalaciones, más capacidad para pagar salarios e incluso traspasos y a ellos se le suma que un jugador al tener la posibilidad de venir aquí o a otro club valora la "ambición" de club, es decir, un equipo que tiene en mente ascender atrae a jugadores que se sienten capaces para ello, quieren mostrarse, crecer, no simplemente pulular pro la categoría en la sombra. A ello se añade la afición, que se le ha señalado repetidas veces como "problema", ¡Qué frivolidad! ¿Cómo va a ser un problema? una afición que incluso ha aceptado sin demasiadas quejas pagar por ser protectora sin garantías de asistir, que en cuanto le das lo mínimo te aplaude y hace la ola, que en la calle siempre mira a sus jugadores para darles ánimos... es un valor, no un déficit.
El problema lo puso sobre la mesa Kteoss hace un tiempo y va en relación con algo que ha mencionado Jes, el coco de los jugadores y las condiciones y circunstancias cuando llegan aquí. En las sucesivas "improvisaciones" de verano y las que hemos ido perpetrando en las ventanas de invierno traemos gente que ha sido, en pasado, pero los que mejor nos han salido son los que no eran nada y querían crecer con nosotros (cedidos o no).
Cuando ya tienes una carrera superior al reto que afrontas (vienes de vuelta de primera) o llevas muchos años en decadencia (lesiones recurrentes, suplencias constantes, temporadas regulares o malas tras haber tenido mejores momentos) tu coco ya llega con un lastre que a las primeras dificultades te arrastra al fondo, unos porque ya han hecho lo que tenían que hacer en su vida y ya hacia el final de su carrera esto se les hace cuesta arriba, otros porque llevan ya mucho tiempo fracasando mejor, como dice Eneko, y se han acostumbrado, los brazos se caen.
Luego, otros como los Mollejo, los canteranos de este año, que no tienen nada ganado por su nombre necesitan luchar cada minuto para hacerse sitio, fracasar mejor no es opción porque no tienen nada atrás que les permita ese lujo. Traer gente en alza es importante y no ha sido nuestra política de contrataciones.
Añado para ganarme problemas, más aún cuando esta temporada no ha acabado y vamos rematadamente mal con lo cual tengo todas las papeletas para que lo que ponga en este último párrafo se me recuerde para siempre como una de mis grandes gilipolleces escritas en este foro. Los entrenadores también han adolecido de esta tendencia, muchos han sido gente que venía de tener un nombre en el pasado, o de fracasar previamente, eso no es bueno, el perfil que pienso nos hace falta es precisamente el de Tupé, alguien que quiere triunfar, que lo necesita, que va a trasmitirlo a sus jugadores, porque de lo que haga aquí puede depender su futuro.
Ahí lo dejo.
Este año tenemos a los Keko, Borges, Uche, Miku, Beauvue que cumplen ese perfil.
El año pasado, además de Beavue, Keko y Uche, suma a Christian Santos, a Salva, a Çolak, a Koné...
El anterior, a Vicente, Nahuel, Krhon Dehli...
Siempre traemos a esos perfiles para que resuciten y lleven los galones del equipo, y año tras año fracasamos en ese intento estrepitosamente, y son otros los que llevan los galones, generalmente gente joven con calidad, o en plena madurez futbolística, que no se les conoce tanto, como Mollejo y Mujaid la temporada pasada, o Edu Expósito, Carlos Fernández, Quique, Duarte y Marí la temporada anterior...
Y este año hemos hecho una mierda de plantilla, de promesas desconocidas (Lara, Raí, Nacho) y viejas glorias a ver si esta vez sí que sí... y al final no. Queda una tercera tipología, que es a la que debemos aspirar. Además de promesas de calidad, como era Mollejo o Carlos Fernández, jugadores de oficio como Héctor o Borja Granero, que nunca han sido glorias famosas, pero que vienen a buen nivel y ya maduros.