Adrao escribió: ↑Viernes 03 de Septiembre de 2021, 8:30Cada generación irá mejor que la anterior y no, forzando las cosas se crea una falsa sensación de ir mejorando porque al forzar también se crea resistencia y la resistencia genera oposición entre personas a las que de primeras no tenía por qué suponerles ningún problema el camino hacia la igualdad pero estas prácticas les chirrían y con razón.NinFadaNinPrincesa escribió: ↑Viernes 03 de Septiembre de 2021, 1:30El tiempo... Ya. Y crees que mis hijas llegarán a tiempo o habrá que esperar a las suyas, si las tienen?
Gracias a "forzarlo" es como se ha avanzado, aunque falte mucho todavía.
Y te digo esto habiendo conseguido mi puesto de trabajo por ser hombre, sí, porque en mi colegio apenas había chicos y la directora decidió que era necesario meter a alguno más.
La sociedad que vivió mi abuela no es la que vivió mi madre, ni la que están viviendo mis cuñadas y mi mujer, porque los cambios sociales vienen de la educación.
Un claro ejemplo lo tienes en el colectivo LGTB, no han sido las leyes las que han supuesto más aceptación sino el cambio en la educación (y no hablo de familias o colegios sólo) que poco ha poco hemos ido recibiendo. Pienso cómo era la sociedad en la que yo he crecido y en la que han crecido mis sobrinos (les saco unos veinte años) y el cambio ha sido tremendo.
Y cada generación irá mejor que la anterior... por qué, exactamente?
Es que la "educación" no es una cosa que viene dada, que cae del cielo o traen las hadas... La educación depende, como las leyes en general, de lo que la sociedad va demandando, va siempre un pasito por detrás. Depende de los planes (y legislación) del gobierno de turno, que ha votado la ciudadanía, en función de lo que en cada momento va demandando, y normalmente con oposición de los que no gobiernan, sobre todo en ciertos temas, por parte de los de siempre. Y tarda tiempo en implementarse y mucho más en dar frutos. Y si nos referimos a la educación "no formal", a la que se recibe en casa, por ejemplo, pues también va, normalmente, a remolque de lo que se va "respirando" en la sociedad, que es permeable.
Pero para todo cambio, siempre, algunos empiezan "empujando", y paulatinamente se va creando conciencia social y otros se van sumando. Y claro que forzando se crea oposición, todos los cambios la generan, de los que no están interesados en ellos. Pero hubo que empujar y luchar para que las mujeres pudiéramos votar (o para muchas otras cosas), hubo que empujar para conseguir jornadas de ocho horas, o vacaciones; y también para conseguir el matrimonio igualitario homosexual, e incluso para que se legislara contra los desahucios sin solución habitacional de personas vulnerables, contra las cláusulas abusivas en contratos e hipotecas... sigo? Contra todo eso hubo fuerte oposición, y costó conseguirlo. Pero se luchó y se consiguió.
Por supuesto, con "forzarlo" no me refiero a quemar contenedores ni a asaltar nada, por eso lo entrecomillé. Pero, normalmente, los avances sociales no se consiguen sin pelearlos. Siempre hay resistencia. Y quien dice que todo está fetén como está e incluso acusa a quien quiere cambiar las cosas de subversivos (o feminazis). Pero gracias a eso se va avanzando como sociedad.
Porque yo creo que, generalmente, como humanos, ciudadanos de a pie, sin particulares intereses en uno u otro sentido, tenemos resistencia a los cambios, nos gusta estar en nuestra zona de confort, en lo establecido o conocido. Esto es así y se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida. Pero necesitamos, a veces, ese empujón que nos haga ver que las cosas pueden ser diferentes, incluso mejores. O al menos planteárnoslo.