Yo tengo algunas razones por las que no me gusta:
- En algunos sitios, su uso empieza a ser obligatorio. Una amiga que trabaja en la empresa indeed, en cada videollamada se tiene que identificar con su nombre y sus pronombres preferidos. A ella no le gusta y no es porque se trate de una mujer blanca privilegiada que no se quiere adaptar. Es una mujer negra y musulmana, sus padres son inmigrantes africanos, pero no le gusta tener que hacerlo, no cree en esa medida en el contexto europeo y está obligada por política de empresa porque es una medida importada de Estados Unidos. En mi propia empresa ya han recomendado que añadamos nuestros pronombres preferidos a nuestro perfil del trabajo, pero por fortuna de momento es opcional. Si se vuelve obligatorio voy a tener un problema porque, por principio, no me siento cómodo teniendo que dar información personal de ningún tipo por obligación en vez de por voluntad propia.
- El lenguaje es una herramienta que sirve a un fin que es el de la comunicación y se ha desarrollado a través de su uso de forma orgánica. Esto es un intento de cambiar el lenguaje de forma artificial por parte de grupos políticos e ideológicos y sirve a fines políticos e ideológicos y, lógicamente, es y suena artificioso y poco natural. La comunicación tiene que ser natural y auténtica, no puedes estar pensando como adaptar lo que vas a decir a las necesidades de todos e introducir todos los elementos de género y raza para incluir a la totalidad del planeta en lo que vas a decir.
- Relacionado con el punto anterior, al ser una iniciativa lingüística lanzada por actores políticos e ideológicos, da la sensación de partir de premisas estúpidas, como la de asignar géneros a las vocales. Las palabras terminadas en o u os son masculinas, las terminadas en a o as son femeninas y las terminadas en e o es son neutras. De ahí todos, todas, todes, por ejemplo. Sin embargo, no se sigue ese mismo principio con todas las palabras. Messi es un futbolista, no un futbolisto. Y si el principio no es como lo he mencionado, lo cual explicaría que tengamos un término femenino para juez que sería jueza, querría decir que cuando identificamos un término que se refiere a hombres, lo feminizamos y le damos luego un término neutro para incluir a quienes no se identifiquen como hombres o mujeres, sin embargo no hablamos de futbolistes y futbolistis u otro término distinto para mujeres y no binarios. ¿Por qué? El término futbolista se utilizó durante casi un siglo para referirse en exclusiva a varones. ¿Si un término utilizado para referirse a varones termina en a/as entonces no hace falta cambiarlo? Parece que las reglas son algo inconsistentes, aunque hablo desde la ignorancia, igual está mejor pensado de lo que le doy crédito.
- ¿Qué hacemos si alguien no se siente identificado con hijes/niñes/todes? ¿Añadimos un término adicional para hacer el discurso más largo y artificial? Aquí tienes el enlace a una lista de pronombres para no binarios:
https://askanonbinary.tumblr.com/general
Supera los 100 pronombres en 58 categorías. Cada una de estas puede tener una identidad diferente, una forma de identificarse distintiva, quizá haya 1 denominación para cada una de las 58 categorías de indentificación posibles, ¿sugieres que Irene Montero averigüe cada una de ellas y pase a enumerarlas todas? Podemos pasar de 1 todos a 2 con todas y luego a 3 con todes y después a 58 con lo demás que identiquen a cada uno. O podemos decir todos, como hemos hecho siempre, entendiendo que es un solo término que incluye a todo el mundo y que el terminar en o/os no implica que dé preponderancia o predominio a los varones.
Relacionado con lo anterior, me atrevo a decir que el único lenguaje inclusivo es el que tenga un solo término que se entienda que incluye a todos porque, aunque el ejemplo anterior es una reducción al absurdo hecha para explicar mi posición, lo cierto es que si, para ser inclusivo, vas a incluir una palabra para cada género, identidad o categoría, siempre vas a dejar a alguien fuera porque cada uno de nosotros tiene identidades únicas y siempre va a haber quien no se identifique con alguna de las categorías que utilices o con ninguna de las existentes. Aquí podemos discutir si el término que vamos a utilizar es todes en lugar de todos, me parece una propuesta válida, pero personalmente creo que es una iniciativa destinada al fracaso. La razón es que la mayor parte de la gente no la va a utilizar, o al menos una parte notable. Otra razón es que es algo innecesario porque con todo este debate terminológico estamos olvidando que lo fundamental del lenguaje es la intención de quien lo utiliza. El término todos utilizado por un machista puede usarse con la intención de incluir solo a los hombres y excluir a las mujeres de su discurso, pero la mayor parte de la gente va a utilizar el término todos para incluir a hombres, mujeres, transexuales, no-binarios, etc. sin dejar a nadie fuera y todos tenemos la capacidad para entender la intención del comunicador y, precisamente porque tenemos esa capacidad, creo que la mayor parte de la gente va a entender que lo de todes es algo artificial e innecesario que no aporta nada al objetivo de construir una sociedad inclusiva.
- En el mundo real no nos comunicamos de esta manera y esto da lugar a situaciones extrañas, incómodas y poco naturales. Por la parte de hijos/hijas/hijes o todos/todas/todes, no utilizamos 3 palabras donde podemos usar solo una. Por la parte de los pronombres, y los estoy incluyendo porque creo que va todo dentro de la misma iniciativa y tiene la misma intención, ¿desde cuándo necesitamos saber todo de todos al presentarnos? Cuando me presentan a alguien, espero que me diga como se llama, no espero saber su género, identidad sexual, situación marital, si tiene hijos, etc., toda esa información irá apareciendo durante la conversación a medida que nos vayamos conociendo, si llega a eso. Es verdad, esto nos evita alguna situación incómoda, pero este tipo de situaciones son inevitables y normales al estar conociendo a alguien. La otra persona puede preguntarte acerca de tus padres, pero igual uno de ellos o los dos murieron, eres huérfano desde niño o nunca les conociste. Qué incómodo. ¿Revelamos también si conocemos a nuestros padres y si están vivos o muertos al presentarnos? Claro que no, simplemente nos disculpamos, pasamos el trago y seguimos la conversación. En esta noticia, una youtuber transexual (de hombre a mujer) lo define bastante bien al explicar por qué no siempre se encuentra cómoda con el hábito de presentarse con los pronombres:
https://www.theguardian.com/lifeandstyl ... ntrapoints
"Se da esta paradoja en la que puedo ir a un bar de deportes en Carolina del Norte y que me traten de señora/señorita toda la noche, sin duda, pero en espacios trans-inclusivos tengo que explicar cuales son mis pronombres y ver como la gente woke se tiene que corregir de forma incómoda cada vez que dice 'you guys' (que se traduciría como 'vosotros tíos' aunque en términos coloquiales se correspondería más con simplemente decir 'vosotros')".
Y la clave del problema que describe es que, por tratar de ser tan inclusivos, terminamos tratándola de forma distinta que al resto haciéndola sentirse diferente e incómoda y sintiéndonos incómodos nosotros mismos al ser conscientes de la presencia de alguien a quien en nuestra cabeza identificamos como diferente porque tenemos que cambiar nuestra forma habitual de actuar y de expresarnos. Y al hacerla diferente, en lugar de incluirla, la excluimos.
La clave de la integración es la normalización. No se trata de adaptarnos a todo el mundo y crear una forma de definir cada identidad que exista en este mundo para que nadie se sienta excluido, sino de tratar a todo el mundo de forma exactamente igual que al resto. Asumir que nos vamos a equivocar al identificar el género de alguien, asumir que alguien se va a equivocar identificando nuestro género y tratarlo con naturalidad y sin darle mayor importancia igual que hay gente que va a pensar que estás soltero y te puede tirar los trastos un día y le tienes que corregir y decirle que tienes pareja o mil y una confusiones, equivocaciones y malentendidos que siempre se van a dar. ¿Por qué le damos más importancia a las confusiones de género que al resto cuando esas confusiones no tienen una connotación sexista u homófoba y no son más que el producto de un error o un malentendido? Al darles más importancia es cuando resaltamos que esa identidad sexual o de género es diferente de la norma y al crear esa diferencia lo identificamos como algo que no es normal ya que lo tenemos que tratar de forma distinta. La forma de tratar este tema no es envolver con algodones a quienes se salgan de la norma igual que no lo es tratar a un negro de forma distinta que a un blanco. La forma de tratar este tema es tratar a todo el mundo exactamente igual sin que su identidad sexual, su color de piel o la gente a la que se tire influya en lo más mínimo en la forma en la que trates a una persona.
Igual me releo esto mañana y veo que me he olvidado de cosas, pero creo que ya he dado chapa más que de sobra y llevaré como una hora tecleando y estoy hasta las narices. De momento, creo que son suficientes argumentos como para explicar al menos como me siento yo respecto a este tema.