Mensaje
por Jes1906 » Jueves 02 de Junio de 2016, 17:18
Solo hay que mirar la plantilla del Rayo en los últimos años para entender lo que ha hecho allí Jémez. Aquí muchas veces se hablaba de que al Depor le beneficiaba un estilo más defensivo porque precisamente las virtudes de nuestros mejores jugadores se maximizaban a la contra. Ahora, reconociendo a Jémez muy cabezón y en ocasiones suicida, estoy convencida de que con otro estilo el Rayo no solo no se habría salvado, sino que ya llevaría un par de años en Segunda.
La estrategia Miñambres ha sido más o menos esta: retales/pufos para la defensa + Trashorras + Cedidos + Jugadores pasados y cuatro rezos para que den sus últimos coletazos. Primero, con los defensas que ha tenido el Rayo en los últimos años (salvando casos muy puntuales) ya tienes un pie en Segunda. Segundo, con otro estilo, Trashorras dejaría de ser diferencial, sería casi renunciar a él, y lleva siendo el mejor jugador del Rayo años. Tercero, los cedidos, que es donde más han certado, han llegado la mayoría para la zona ofensiva, igual que los Javi Guerra, Pablo Hernández, Piti y compañía. Y cuarto, la portería, donde sería practicamente sobrevivir sin dominar con cierta frecuencia el balón (aquí lo sabemos bien)
Jémez se ha encontrado entre aplicar su estilo porque es suyo y entre verse obligado porque, en caso de cambiar, sus opciones eran mínimas. Juan Carlos, Tito, Rat, Amaya, Zé Castro (el más potable) lesionado continuamente, Bá, Arbilla... Y nombres y nombres que condicionan cualquier propuesta, por mucho que quisera cambiarla. Si destacamos algo de los últimos 3-4 años del Rayo será en la mayoría de los casos a los jugadores ofensivos. Allí ha tenido cifras considerables hasta Manucho, que con otra propuesta habría sido el futbolista que es, un auténtico pufazo. Ni que decir tiene que le han desvalijado la plantilla año tras año, que cada temporada le han bajado el nivel y que, en la plantilla más decente que ha tenido el Rayo desde su vuelta a Primera, les dejó a un paso de Europa, lo que me hace pensar que el rendimiento de este señor en el banquillo no hará más que crecer a medida que crezca el equipo al que va. Si le dan pufos auténticos puede hacer malabares un año, dos, quizá tres, pero...