Ou2 escribió: ↑Lunes 26 de Mayo de 2025, 10:04
Desde el 16 de febrero 4 victorias, CUATRO y una de ellas al Todopoderoso Racing de Ferrol. Incapaces de ganar al cartagena y Tenerife.
Pero la culpa son de las lesiones y de que ya no hay objetivos
Esto es cierto, es una cuestión a analizar y es importante depurar responsabilidades. Otra cosa es asumir que el único o el máximo responsable es el entrenador. No digo que tú lo hagas (de hecho, sé que no lo haces), cito el mensaje porque me parece interesante este aspecto del debate, nada más.
En mi opinión, la persona más influyente en los problemas futbolísticos que ha tenido el Deportivo en esta temporada es Fernando Soriano, que no ha configurado una plantilla equilibrada. Esto no significa que lo haya hecho todo mal ni que sea el único culpable, sino que la mayor parte de los males, para mí, proceden de una planificación deficiente que va generando un problema tras otro a lo largo del año. Creo que con un porcentaje de acierto más propio de la categoría que se le presupone a un director deportivo de este club, el equipo no se habría metido abajo en el comienzo; y desde este punto de partida, ya cambiaría toda la historia. Quizá ni siquiera hubiésemos llegado a ver a Gilsanz en el primer equipo.
Del trabajo de Gilsanz, lo razonable me parece ponderar que ha sacado al equipo del peligro de descenso a Primera RFEF. De ningún modo puede pesar más en la valoración lo que está ocurriendo ahora. Esto no quiere decir que lo que sucede ahora sea irrelevante (no lo es), ni que Gilsanz sea el técnico adecuado para la próxima temporada (puede serlo o no). Que haya sacado al equipo del peligro de perder la categoría no quiere decir, en absoluto, que no haya cometido errores. Pero viendo lo que hemos visto, concentrar el debate exclusiva o principalmente en el entrenador me parece lo mismo que limitarse a achicar el agua después de sufrir una inundación. Claro que tienes que sacar el agua de casa, pero a continuación deberás comprobar qué ha ocurrido para que no suceda lo mismo la próxima vez que llueva.