Adrao escribió: ↑Viernes 16 de Febrero de 2024, 10:10
Aglaca escribió: ↑Viernes 16 de Febrero de 2024, 9:47
Estamos siendo picajosos para justificar nuestra narrativa, que si entró este de suplente y ganamos o perdimos o empatamos, como si jugase él solo y no 22. La realidad es que la racha que explica que no estemos primeros con cinco puntos de ventaja es la de los primeros siete partidos sin Salva, por lo que no tiene sentido achacarle culpa de nuestra situación, y también lo es que todos vimos que no estaba bien independientemente de que los resultados no fuesen malos, que no solo él los impacta.
Los primeros partidos no fueron tan malos a pesar de lo que digan los resultados. Se veía una intención, un principio de estilo y fue cuando nos crujieron los arbitrajes.
Llegaron lesiones e Idiakez perdió el rumbo, le dio por poner trivote, jugadores fuera de sitio y el equipo iba totalmente la tran tran hasta el punto de estar a 10 puntos del líder. Claro que se fueron sacando algunos partidos adelante porque jugamos en una división con un nivel paupérrimo, lo que no quita que el equipo diese auténtica pena y vergüenza.
La memoria es corta pero pero eso está el foro, para revisar lo escrito y que no quede en el olvido.
No es ninguna sorpresa que volver a lo que se hacía a principios de temporada haya permitido al equipo sacar lo mejor de sí.
Yo dije al principio de la temporada que estábamos jugando muy bien también, siendo muy dominantes, generando muchísimo... el 0-3 al Lugo es más reflejo de nuestro juego que los otros 7 resultados sin victorias, y los árbitros nos robaron entre 6 y 8 puntos de forma escandalosa, estaríamos líderes ahora mismo con la gorra. En eso estoy de acuerdo.
Dicho esto, la parte en la que discrepo es cuando dices que, cuando "Llegaron lesiones e Idiakez perdió el rumbo, le dio por poner trivote, jugadores fuera de sitio
y el equipo iba totalmente la tran tran hasta el punto de estar a 10 puntos del líder". Estoy es sencillamente incorrecto. Tras la derrota contra el Celta B ya estábamos a 10 puntos del líder, pero eso demuestra como en las primeras 7 jornadas la distancia con la cabeza se incrementó progresivamente (lógico, empezamos todos empatados a 0 puntos), pero en las 12 jornadas siguientes hasta la 19, en las que metió y mantuvo el trivote, el equipo pasó de sangrar puntos con la cabeza a rendir a la par con los primeros. Esta reacción actual es la buena de verdad, es la que necesitábamos por culpa del pésimo inicio en cuanto a puntos, pero habría sido inútil sin las 12 jornadas anteriores en las que pasamos de sangrar puntos con la cabeza a mantenerles el ritmo y ahora pasamos a mejorarlo.
Si ahora vamos tan bien, ¿debería haber mantenido la misma apuesta sin pasar al trivote? Es posible, pero igual el equipo necesitaba un revulsivo. Recuerdo el primer año de Lotina, jugábamos muy bien, pero no lográbamos ganar un partido. Al final cambió el sistema al 5-4-1 y de repente empezamos a ganar y pasamos del descenso a entrar en Europa. Del mismo modo, cuando estábamos con Garitano, en sus últimos partidos el equipo era de mantequilla, jugábamos muy bien, pero nos habíamos llevado tantos palos que al final a la primera contrariedad nos derrumbábamos. Llegó Pepe Mel y en seguida logramos victorias y buen juego. ¿Es eso porque Mel era mejor estratega? En cuanto tuvimos un parón y Mel pudo empezar a implantar su filosofía, el juego del equipo se fue al traste. En las dos situaciones, los resultados no llegaron por ninguna brillante maniobra estratégica o un gran liderazgo, sino porque el equipo vio un cambio fundamental que impactó en sus cabezas, tanto por el cambio de sistema como por el cambio de entrenador, y las cosas que hacían bien empezaron a funcionar mejor porque tenían más convicción en lo que hacían y más seguridad y confianza en sí mismos por ese simple revulsivo. Quizá el cambio de sistema permitió al equipo mejorar y superar los palos que se habían llevado, sobre todo, viendo el partido en casa contra el Celta B que claramente no ocurrió porque fuesen mejores que nosotros, sino porque el equipo estaba mentalmente derrumbado tras la remontada del Fuenlabrada en la prolongación. Quizá de haber mantenido el sistema hubiésemos reaccionado mejor todavía, pero quizá ese cambio era el revulsivo que necesitaban los jugadores para limpiar las cabezas y sentir que estábamos cambiando algo para limpiar lo que no funcionaba y, quizá, de no haberse dado ese cambio de sistema, hoy Idiákez estaría en el paro y nosotros con el ascenso directo perdido.